Movimiento migratorio de la música

Extracto del trabajo de maestría: «Los Andes percuten, estudio de un fenómeno de transculturación»

Por Julio D’Santiago, bajo la dirección de Alice Tacaille y François Picard
Sorbonne-Université, 2023

Al redactar este trabajo de investigación, surgió una reflexión sobre un fenómeno subyacente, latente y a la espera de ser revelado para aportar coherencia al análisis global de esta tesis. Se trata de lo que he denominado el «movimiento migratorio de la música» o perpetuum mobile. Esta expresión resultó ser la más precisa para definir la conclusión que emergió al interconectar los distintos elementos que conforman este estudio.

Concretamente, en los distintos momentos del análisis de las etapas, períodos, acontecimientos, actores, resultados, consecuencias y tantas otras ramificaciones del proceso estudiado, un aspecto se hacía evidente una y otra vez: la constatación del viaje sin fin de la música. Algo similar al movimiento incesante de los planetas. Un estado, según Descartes. Una inercia propia del carácter inmaterial de la música, que la hace viajar sin cesar, pero dando la impresión de permanecer en el mismo lugar. Siempre presente, pero siempre en movimiento, como el agua de un arroyo.

Perpetuum mobile

Aparecida en India alrededor del año 1150, en un poema didáctico del astrónomo y matemático Bhāskara II[1], y más tarde afirmada por Newton en su «postulado sobre la existencia de un movimiento uniforme e inmutable, que dura perpetuamente por sí mismo y sin esfuerzo»[2], la noción de perpetuum mobile me permitió definir este fenómeno oculto detrás de los acontecimientos analizados en este estudio.

También es evidente que este «movimiento perpetuo» es asegurado intrínseca e inconscientemente por cada generación, lo que le otorga una intemporalidad y longevidad dignas de observación. Estos dos aspectos están estrechamente ligados al concepto de perpetuum mobile.

Basta con analizar cómo el conocimiento transmitido a Ben Carriel, profesor de percusión estadounidense que enseñó durante casi diez años en San Cristóbal, ha viajado a través de diversos lugares y épocas hasta llegar, sin detenerse en ningún punto fijo, a su origen documentado en Estados Unidos. Esto ha sido posible gracias a las múltiples migraciones de los músicos insertos en el universo de la percusión que se desarrolló en San Cristóbal. Este ejemplo no es más que una pequeña parte de ese movimiento perpetuo e intemporal, ya que, mucho antes de Ben Carriel, este saber ya había recorrido un largo camino.

Para concluir, sigo observando el movimiento de casi todo lo que ha sido tratado en este estudio. Así, constato que actualmente me encuentro, como siempre me he encontrado, al igual que ustedes seguramente, en medio de este perpetuum mobile[3].


Referencias:

[1] https://www.universalis.fr/encyclopedie/mouvement-perpetuel/2-l-apparition-du-perpetuum-mobile/. Lynn Townsend White, «Tibet, India, and Malaya as Sources of Western Medieval Technology», The American Historical Review, vol. 65, no 3, 1960, p. 515–526, loc. 522. Reproducido en Medieval Religion and Technology: Collected Essays, Berkeley, University of California Press, 1978. White cita Translation of the Surya Siddhānta, tr. Bāpu Deva Śāstrī, seguido de Siddhānta Śiromani, tr. Lancelot Wilkinson, Calcuta, Lewis, Baptist Mission, «Bibliotheca Indica» XXXII, Hindu Astronomy 1, 1861, p. 227-228. https://www.digitale-sammlungen.de/en/view/bsb10248685?page=244,245

[2] https://www.universalis.fr/encyclopedie/mouvement-perpetuel/1-un-langage-ambigu/

[3] Ver también François Picard, «Perpetuum mobile», Puck, revue de l’Institut international de la marionnette, n°6, «Musiques en mouvement», 1993, p. 92-96.

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